En el año 1909, en Valencia, se estaba celebrando la gran Exposición Regional organizada por el Ateneo Mercantil. Sabemos que el comité de la Exposición estaba interesado en que la nueva aviación estuviera presente como novedad tecnológica de vanguardia y novedad en el vuelo aéreo. Por ello pidieron la colaboración de Juan Olivert y Enrique Sanchis Tarazona, los cuales estaban diseñando y terminando sus propios aeroplanos para esta ocasión. La Exposición Regional fue el ámbito y referente de este acontecimiento, pues como certamen favorecía ese espíritu de progreso, de emulación, a través de las novedades industriales y tecnológicas. El aeroplano de Olivert se expuso en el Palacio de Industrias aunque sin motor y sin hélice. Motor y hélice que fueron financiados posteriormente por el Ayuntamiento de Valencia, con una ayuda económica de 25.000 pesetas.
Para las pruebas del vuelo, durante el verano de 1909, se buscaron espacios en los alrededores de Valencia, decidiéndose por la amplia explanada situada a las espaldas del cuartel de Artillería de Paterna. Consiguieron no sólo el permiso sino también la colaboración de los militares para preparar el terreno y levantar en él las instalaciones. A finales de agosto el aeroplano de Olivert fue desmontado de los locales de la Exposición y trasladado a Paterna.
Tal como se había programado, el 5 de septiembre estaba todo preparado. A Paterna acudieron cerca de 4.000 personas, que fueron espectadores de este primer vuelo. La sociedad valenciana acudió a ver un espectáculo todavía inédito en España. Hacía tan sólo unos años (diciembre de 1903) que los hermanos Wright habían conseguido realizar estos vuelos intrépidos. Pruebas y espectáculos que podían tener o no tener un final satisfactorio. El vuelo de Paterna fue de unos 50 metros en el que el aeroplano voló recto y estable, fue controlado y dirigido por el piloto en todo momento. Era el primer vuelo con un aeroplano a motor que se realizaba en España.
El aeroplano era un biplano diseñado por Gaspar Brunet, inspirado en los construidos por Voisin y Curtiss. Constituido por dos vigas longitudinales de madera de fresno arriostradas por diagonales de acero, las alas tenían una envergadura de 10'30 metros y 1'80 de cuerda revestidas con tela de algodón. El motor era un Anzani de 25 cv y la hélice de la casa Chauviére de 2'25 metros de diámetro. Un diseño que combinaba las directrices de Olivert y los conocimientos de Brunet.
A partir de esta fecha, 1909, son numerosos los nuevos ensayos, exhibiciones como la de la Malvarrosa en 1910, o la de Castellón de 1911, concursos como el raid Valencia-Alicante en julio de 1911. Se iniciaron proyectos para los primeros aeródromos en la Malvarrosa, en el Altet, se formaron las primeras empresas para llevar a cabo las primeras rutas, y se crearon sociedades que mantendrían el espíritu deportivo y aventurero de la aviación.
Hace 100 años de este evento, fue el inicio de una historia que ha generado a lo largo de este siglo nuevos sectores aeronáuticos: industria, aeropuertos, compañías aéreas, etc. un nuevo transporte de viajeros y mercancías, un desarrollo tecnológico, nuevas infraestructuras, nace una nueva profesión. En 1928 se crea la Escuela Superior de Aerotécnica, primer eslabón de las diversas Escuelas de Ingenieros Aeronáuticos: la Escuela Superior, la Escuela Técnica, la Academia Militar. Una nueva era, un nuevo reto como lo fue el ferrocarril a mediados del siglo XIX. Hoy contamos con una escuela de aeronáutica en la Universidad Politécnica
Con respecto a la industria: de los talleres de Cuatro Vientos o de industrias como Carde y Escoriaza (Barcelona) o la Cia. Española de Construcciones Aeronáuticas CECA en Santander, que fueron pioneras en la industria aeronáutica, mucho se ha avanzado y hoy contemplamos la creación de un Clúster en la Comunidad Valenciana.
Igualmente de aquellas primeras líneas aéreas de Latécoère entre Toulouse y Casablanca con paradas en Barcelona, Alicante y Málaga (1919), o la primera compañía aérea española la CETA (creada en 1921), a las líneas y compañías establecidas en España y en la Comunidad Valenciana el salto ha sido espectacular. AENA como organismo público que gestiona los aeropuertos y la navegación aérea en España y AIR Nostrum como representante de nuestra Comunidad, son dos piezas claves en nuestra historia.
Del uso de simples espacios abiertos, en Paterna, en las playas, de los primeros proyectos de aeródromos como el de Francisco Mora en la Malvarrosa, a la construcción de grandes aeropuertos como el Altet o Manises y los nuevos proyectos del siglo XXI, el avance es de gran importancia y observamos que el concepto del transporte ha variado.
Curiosamente el vuelo de Olivert no tuvo una gran repercusión mediática, tampoco lo tuvieron los hermanos Wright en sus primeros años, todavía la sociedad no era consciente del proceso que iba a generar y desarrollar.
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